Albert Bosch es aventurero y experto en liderazgo.
¿Cómo tener equipos motivados y comprometidos?
Después de años reflexionando y experimentando sobre este tema clave, tanto en mis expediciones como en mis proyectos profesionales o empresariales, creo que ya tengo una respuesta bastante acertada: ¡No existen!
Hablar menos de equipo y más de personas
O como mínimo hay que reformular el punto de vista sobre los equipos para poder responder bien a esa pregunta. Para entender cómo funciona o cómo queremos que funcione un equipo, hay que ir a la raíz, para hablar menos de equipo y más de personas.
Todo empieza en “la” persona, en singular. Cada persona tiene sus miedos, sus ilusiones, sus problemas, sus valores, sus prioridades, sus energías, etc. Y luego si esa persona se junta a otra u otras personas, tenemos un “grupo de personas” que suman un montón de condicionantes personales que pueden o no coincidir. Y si este grupo se pone un objetivo, luego sí que tenemos un equipo.
Si cada persona aporta motivación, compromiso y actitud positiva al grupo, podremos llegar a tener un equipo
La actitud del conjunto es el resultado de lo que aporta al grupo la mayoría de sus integrantes. Si cada persona o varias de ellas aporta motivación, compromiso y actitud positiva al grupo, podremos llegar a tener un equipo que acumule estos factores clave. Pero si cada persona o varias de ellas aporta su negatividad, poco o nulo compromiso, y no está motivada por el proyecto, será imposible tener equipos cohesionados, ilusionados e implicados a tope con el objetivo.
Cada persona marca la diferencia, y el liderazgo organizacional debe enfocarse claramente a cada persona para ver qué diferencia puede contribuir a marcar en el grupo. Un equipo bien integrado y de alto rendimiento es la consecuencia de todo el trabajo bien hecho con cada una de las personas en relación al objetivo y al propósito común.
Artículo publicado en la web de Albert Bosch y reproducido con permiso expreso de su autor.