«Necesitamos a líderes que nos lleven a la última frontera». Así se pronunció Alfons Cornella, fundador de Curiosity Atelier, Institute of Next & Infonomia, en el inicio de su intervención en la Jornada Retail de Comertia, celebrada el pasado 14 de noviembre en el Auditori Axa de Barcelona y que contó con Diffusion Sport como media partner. A su entender, las empresas deberían dotarse de equipos directivos con siete atributos, los cuales quedan bien reflejados en este documental que Cornella realizó junto a David Boronat y que pronostica las necesidades de las organizaciones en el futuro.
Cornella, que centró su exposición en la rebeldía, quiso enumerar al principio de su alocución los siete atributos que todo líder debería exhibir:
· Rebelde: Se atreve a dibujar horizontes de futuro.
· Audaz: Convierte la visión en realidad buscando recursos y alianzas.
· Conector: Organiza el sistema para hacerlo posible.
· Multiplicador: Moviliza y combina talento y recursos (internos y externos).
· Tecnoabierto: Entienda la función motora de la tecnología.
· Resolutivo: Hace que las cosas pasen.
· Curioso: Mira diferente para descubrir oportunidades.
Centrándose ya en el primero de los atributos, Alfons subrayó que la rebeldía tiene que impulsar al directivo a ser capaz de realizar 4 cosas:
1.- Explorar más allá del negocio de hoy
«Asistimos a una revolución extraordinaria y no somos conscientes de ello. En los próximos años (10, 15, 20…) habrá que repensar todo a nuestro alrededor». En este sentido, Cornella animó a «ser más rebeldes porque hay gente que lo es y demuestran que hay alternativas al ‘statu quo’. Es imposible cambiar un sistema desde el centro, pues los cambios solo pueden hacerse desde la periferia».
Como características de los rebeldes, el fundador de Curiosity Atelier, Institute of Next & Infonomia enumeró:
- Hacen nuevas preguntas.
- Van más allá del ‘statu quo’.
- Miran y ven diferente.
- Se orientan al futuro.
- Ven las oportunidades.
2.- Detectar anomalías del mercado
En este punto, Alfons Cornella puso como ejemplo Recomotor, una startup que, coincidiendo con la pandemia, fue capaz de ordenar un mercado caótico como es el del recambio y los desguaces. «Hay que preguntarse -señaló el ponente: «¿Qué no funciona en mi mercado?» «¿Qué no está adecuadamente resuelto?». Y anticiparse a los demás resulta vital».
3.- Usar sensores para detectar oportunidades
«Cada oportunidad cuenta», señaló Cornella, quien se apoyó en su exposición en una aplicación que, a partir de la identificación facial, puede sugerir productos cosméticos al consumidor, en un ejercicio en el que ese recurso monitoriza los resultados obtenidos para ir mejorando progresivamente su eficiencia.
«Una queja es un regalo», recordó Alfons, aludiendo al título de un libro que pone en valor las reclamaciones. «Usar los datos obtenidos permite descubrir oportunidades, pero es importante también el cambio de actitud ante una queja como la propuesta más barata de mejora».
4.- Mezclar creatividad y analítica
«El alma se genera desde la creación de valor, para lo cual es necesario combinar la analítica con la imaginación, en aras de ser eficiente», señaló el ponente, quien también advirtió que «el valor es percibido por cada cual de maneras distintas según sus propias circunstancias y según cómo se presenta una determinada propuesta», para lo cual recurrió al ejemplo de una silla de plástico reciclado, cuyo precio podría ser muy alto o muy bajo en función del planteamiento que el vendedor pudiera hacer de ese producto ante un potencial cliente, más o menos sensible con la sostenibilidad.
Alfons Cornella finalizó su exposición recordando que en una transacción comercial el consumidor «analiza treinta aspectos, que se distribuyen en una pirámide análoga a la de Maslow según la finalidad que cubren: trascendental, vital, emocional y funcional». Un aspecto a tener en cuenta por cualquier retailer a la hora de trasladar a un cliente una propuesta de valor.