Según el I Barómetro de IA realizado por Essca School of Management, el 55% de las empresas europeas considera positivo el impacto de la IA sobre su desarrollo sostenible. Estos datos se enfrentan a los distintos estudios científicos que señalan el impacto negativo de la Inteligencia Artificial sobre el medio ambiente.
Usos sostenibles de la IA
Según los resultados del barómetro, solo un 4% de las empresas valoran el impacto negativo de la IA sobre su entorno, mientras que un 25% lo considera neutro. En cuanto a las aplicaciones de sostenibilidad que ponen en marcha las compañías con IA, destaca que el 9,11% menciona como prioridad el ahorro energético y el uso de energías renovables.
Dejan Glavas, profesor en Finanzas y Director del Instituto IA para la sostenibilidad de Essca explica que «llama la atención que las empresas pongan el foco en el ahorro energético (9%) y en el reciclaje/reducción de residuos (8%) por encima de otras cuestiones tan relevantes como los esfuerzos en alcanzar la neutralidad de carbono (7%) o reducir la contaminación (6%)».
La ética detrás de la implementación de la IA
Preguntadas por las consideraciones éticas a la hora de implantar la IA, estas compañías han puesto el foco sobre todo en la transparencia en el proceso de la toma de decisiones ligado a la IA (25%), la confidencialidad de los datos (20%) o los sesgos en la IA (15%) frente a otras consideraciones que podrían parecer más relevantes como el impacto social (pérdida de empleos generada por la IA), con un 10% o el impacto sobre el clima (emisiones de CO2), que alcanza solo el 5%.
Dejan Glavas señala que «estos resultados indican que la visión de la IA del mundo empresarial es diferente a la perspectiva del mundo científico y que las compañías tienen sus prioridades en cuanto al uso de la IA, que es mejorar la competitividad sin dejar de lado la sostenibilidad».