La Guardia Civil ha investigado a tres vendedores ambulantes, acusados de un delito contra la propiedad industrial, a los que sorprendieron en un mercadillo de una localidad de la comarca burgalesa de La Bureba con falsificaciones con un valor superior a los 263.000 euros. A ese delito se le suman otras dos acusaciones de blanqueo de capitales y contrabando para uno de los implicados.
La sofisticada calidad de los acabados no llevaba a pensar inicialmente en una imitación
La detección de las falsificaciones se produjo el pasado octubre cuando guardias civiles del Destacamento Fiscal y Fronteras de la Aduana de Villafría de Burgos realizaban una inspección de puestos en un mercadillo. Tres puestos levantaron las sospechas de los agentes, que dudaron de que las prendas y el calzado deportivo expuestos correspondieran a las marcas oficiales, aunque la sofisticada calidad de los acabados no llevaba a pensar inicialmente en una imitación.
Sin embargo, preguntados por la documentación que acreditase la lícita adquisición del producto y la trazabilidad, los vendedores no pudieron facilitarla. Tras aprehender el material y examinarlo, la Guardia Civil ha podido determinar que se trataba de falsificaciones.
3.073 prendas y 245 pares de calzado
Los agentes aprehendieron 3.073 prendas, entre equipaciones deportivas, abrigos, sudaderas, chándal, jerseys, polos, camisetas, pantalones y complementos, y 245 pares de calzado deportivo, cuyo valor en el mercado superaría los 263.729 euros.
La operación culminó con C.S. y L.G.E., de 40 y 41 años respectivamente, investigados por un delito contra la propiedad industrial, mientras que M.D., de 50 años, ha sido investigado además por los delitos de contrabando y de blanqueo de capitales