El 2023 ha sido un periodo de profundas transformaciones que han terminado impactando en la economía global. Esto ha desembocado en una pausa de crecimiento económico en la Unión Europea, lo que ha llevado a los consumidores a optar por alternativas más económicas y sostenibles como la reutilización.
Aumento de la concienciación por el cuidado del medio ambiente
Lo cierto es que la reutilización se posiciona como una gran aliada del medioambiente. El mercado de segunda mano beneficia tanto a vendedores como a compradores y al planeta. En 2023, la industria global de la moda alcanzó ventas de 1,68 billones de euros, recuperando niveles similares a los de 2019.
Una de las claves para que se haya dado este cambio en la manera de consumir moda ha sido la reducción del gasto discrecional en los hogares con menos ingresos. Además, durante el 2023 llegaron las leyes a la industria de la moda, poniendo punto y final a larga historia de autoinformes y autorregulación.
Una prespectiva de futuro
Las marcas se han visto obligadas a enfocar sus esfuerzos a la reducción de emisiones, los derechos laborales en la industria de la confección, la responsabilidad en la cadena de suministro y la promoción de la circularidad de los productos. Esto da una perspectiva de que durante 2024 se dé inicio a la normativa de la Unión Europea que hace referencia al diseño ecológico, la cual da fomenta una economía sostenible y eficiente desde el punto de vista medioambiental.
De cara al futuro, se estima que durante el 2025 se pondrá en marcha el servicio inverso de recogida y gestión de residuos, y que durante el 2026 se lleve a cabo una auditoría de sostenibilidad obligatoria.
¿Cómo consumen moda los compradores?
Durante el 2023, según afirma el estudio realizado por Micolet, el 90% de la generación Z compró ropa de segunda mano, lo que supone un 25% más que el año anterior. A ellos se les unen los «Boomer», que en un 72,2% utilizan ropa usada, un 3,4% más que en 2022.
Las personas que consumen moda de segunda mano son personas sociales y activas, con un estilo causal por motivos de ahorro y sostenibilidad. Además, el informe indica que el 30,1 % de las mujeres dice estar orgullosa de destacar que viste de segunda mano.
Entre las motivaciones que llevan a los consumidores a la reutilización de la ropa se encuentra, en primer lugar, el ahorro económico, pero en segundo, la sostenibilidad. De igual manera, se descubre que el primer motivo para la venta de prendas es la obtención de ingresos, muy seguido de la contribución a la sostenibilidad de la moda.
Esta reutilización ha ganado una presencia significativa, convirtiéndose en un concepto fundamental para reducir el modelo actual de producción y consumo. El 2023 se ha destacado por la concienciación y el inicio de acciones claras para mejorar la gestión de residuos, la reutilización y el reciclaje. De hecho, los modelos de negocio circulares representaron hasta un 23% del mercado mundial de la moda.