Artículo publicado en VIA Empresa y reproducido con permiso expreso de su autor.
Antoni Cañete es presidente de la patronal Pimec y de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad.
Ante un escenario económico europeo que se contempla complejo en los próximos años, los fondos Next Generation EU son una gran oportunidad para la economía real, para las micro, pequeñas y medianas empresas que generan empleo y riqueza y que, sin duda, son el motor económico de nuestro país. Las pymes deben encontrar en estos recursos una garantía para su viabilidad y una posibilidad para mejorar la productividad y la competitividad.
Debe ser uno de los grandes retos del nuevo gobierno
Todo ello solo será posible si se acelera el despliegue de los fondos, pero no podemos olvidar que en los últimos meses ya se ha evidenciado cierta ralentización en este sentido. Este debe ser uno de los grandes retos del nuevo gobierno del Estado, que ante el resultado de las elecciones generales del pasado 23 de julio auguramos que no se configurará de forma inmediata.
Ante el riesgo de que se puedan convocar nuevos comicios, desde Pimec recordamos que existen cuestiones relacionadas con los fondos europeos que deben cerrarse próximamente en Bruselas, pero que requieren un compromiso por parte del ejecutivo español. Un compromiso que difícilmente podrá asumirse con un marco político marcado por la inestabilidad.
La posibilidad de movilizar hasta 90.000 millones de euros del Plan de Recuperación
Cabe destacar, además, que la Comisión Europea debía pronunciarse este mes de agosto sobre la posible aprobación de la adenda española para el despliegue de las inversiones. En caso de que se admita, además de los 7.700 millones de euros de las transferencias adicionales, los 84.000 millones de euros en préstamos y los casi 2.600 millones de euros del programa RePowerEU, España tendrá la posibilidad de movilizar hasta 90.000 millones de euros del Plan de Recuperación hasta el año 2026
Así pues, el correcto y ágil despliegue de los Fondos Next Generation EU depende en buena parte de la estabilidad política, que solo puede alcanzarse a través de la configuración lo antes posible de un nuevo ejecutivo fruto del diálogo y de las negociaciones. Solo así podremos avanzar hacia la digitalización y apostar por la transición energética, dos cuestiones esenciales para sectores como el industrial. Y esto no es todo. Con los recursos provenientes de los fondos podremos atraer a empresas y proyectos estratégicos. Éste es el camino para favorecer el progreso de la economía y del conjunto del país.