Las mujeres sufren más falta de sueño (37,8%), sedentarismo (22,4%) y estrés (21,8%) que los hombres. Así se desprende de la Encuesta de Salud de la Fundación Española del Corazón 2021, realizada con la colaboración de Sigma Dos, ponen de manifiesto que el 57,3% de los españoles presentan dos o más factores de riesgo cardiovascular. Por sexos, un 58,7% de los hombres presenta varios de estos factores, frente al 56,1% de las mujeres.
El sedentarismo es más frecuente en la población de 36 a 54 años
Por grupos de edad, destaca que el sedentarismo es más frecuente en la población de 36 a 54 años (20,6%) y el estrés (20%) y el tabaquismo (22%) son más comunes en los españoles de entre 16 y 35 años. Con relación al hábitat, el estrés (19,2%) afecta más a aquellos que viven núcleos de población de más de 100.000 habitantes, mientras que factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia y el sobrepeso son más comunes entre aquellos que viven en lugares de menos de 10.000 habitantes.
«La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en el mundo, con 18,6 millones de fallecimientos al año, y también en España. Sin embargo, debemos recordar que muchas de estas enfermedades son prevenibles con hábitos de vida saludables, por lo que debemos insistir en el control de los factores de riesgo cardiovascular», ha manifestado el doctor Carlos Macaya, presidente de la Fundación Española del Corazón.
La presencia de dos o más factores multiplica exponencialmente el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un ictus
El doctor Macaya alerta del peligro de la combinación de factores de riesgo cardiovascular, ya que «no podemos considerarlos como riesgos independientes y sumatorios, sino que la presencia de dos o más de ellos multiplica exponencialmente el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un ictus».
Por su parte, el doctor Javier Aranceta, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria y miembro del Comité de Nutrición de la FEC, señala que «factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la diabetes, el sobrepeso y la obesidad están íntimamente ligados a nuestros hábitos alimentarios, por lo que resulta fundamental poner el foco en mantener una alimentación variada y equilibrada, rica en frutas y verduras. En este sentido la dieta mediterránea es la que más beneficios ha demostrado a nivel cardiovascular».
La práctica de ejercicio físico de intensidad moderada de forma regular, el abandono del hábito tabáquico, el control de los niveles de estrés y una buena higiene de sueño constituyen el resto de los pilares que ayudarán a mantener una buena salud cardiovascular.