El mercado deportivo continúa sometido a una profunda transformación digital. Lo vaticinó Tobias Gröber, jefe del Grupo Ispo, el pasado 6 de septiembre en Tegernsee (Alemania), coincidiendo con la presentación de la próxima edición de Ispo Munich, que se celebrará en el recinto ferial de Messe München entre el 28 y el 30 de noviembre. En este sentido, Gröber aportó algunos datos referidos al comportamiento en el canal del deporte que ilustran los cambios en los hábitos de los consumidores.
Así, y según un estudio llevado a cabo por Deloitte, para adquirir productos de deporte el público sigue prefiriendo la tienda física. Sin embargo, el ecommerce sigue arañando cuota y, si en 2019 eran el 33% de los consumidores los que priorizaban el online, dos años más tarde, en 2021, eran el 37%.
El horizonte online ha caído 18 puntos tras la pandemia
Aun así, la evolución del comercio electrónico no ha seguido en los últimos meses una senda regular. La pandemia ha tenido mucho que ver en los vaivenes experimentados por esta actividad, que vio incrementar su cuota en veinte puntos al estallar la crisis sanitaria para, una vez superado ese escollo, caer dieciocho puntos.
Esa circunstancia también ha comportado cambios en la estrategia de las marcas de deporte, que durante la pandemia aceleraron en su proceso de venta directa al consumidor, básicamente online. Eso ha comportado, a la vez, un impulso a las estrategias omnicanal de las firmas deportivas, las cuales, lejos de cesar en ese planteamiento tras pasar página al coronavirus y haberse reabierto las tiendas físicas, han mantenido su disposición a llegar directamente al público. Esa circunstancia, a su vez, comporta mayor presión para el retail tradicional, que asiste con cierto estupor a esa «competencia» por parte de sus propios proveedores.
Los costes operativos de las marcas se están encareciendo debido al aumento de la demanda y a la creciente competencia
Por su parte, los consumidores siguen prestando atención a la comodidad y el servicio a la hora de adquirir los productos de deporte. Adicionalmente, los costes operativos de las marcas se están encareciendo debido al aumento de la demanda y a la creciente competencia. Se trata de uno de los retos a los que se va enfrentar a corto plazo el mercado del deporte.
Pero no será éste el único desafío al que deberá enfrentarse el sector. Como apuntó el propio jefe del Grupo Ispo, «es posible que los plazos de entrega de los esquís se retrasen significativamente en la próxima temporada a causa de la escasez de suministros y de los problemas logísticos», lo que puede comportar un servicio en noviembre o diciembre de artículos que llegan habitualmente a las tiendas a las puertas de otoño.
Falta creciente de personal
A ello hay que añadir la incertidumbre generada por la guerra de Ucrania y los efectos colaterales del conflicto geopolítico. El aumento de los costes energéticos, y la consiguiente inflación, serán aspectos a tener en cuenta en el contexto inmediato al que nos vamos a asomar. Como también la falta creciente de personal, tanto en almacenes como en los puntos de venta, que puede llevar un aumento en los costes salariales.
Tampoco se pueden menospreciar, apuntó Tobias Gröber, los gastos derivados del servicio omnicanal, con los costes que acarrean las devoluciones del comercio online y la reducción de los márgenes.
«Todo esto se verá y se debatirá en Ispo Munich»
Con estas premisas, Tobias vaticinó unos próximos años en los que el mercado del deporte asistirá a una profunda transformación sostenida en cuatro pilares: la sostenibilidad, la digitalización, la diversidad (e inclusión, como históricamente ha hecho el deporte) y el ‘athleisure’, impregnando la vida cotidiana de un estilo deportivo que está en tendencia. «Y todo esto se verá y se debatirá en Ispo Munich», subrayó Tobias Gröber.