El ecommerce y los efectos colaterales de esta práctica siguen generando polémica en el entorno de la sociedad. Al margen de la contribución fiscal que algunos operadores multinacionales consiguen eludir, no son pocas las voces que cuestionan la sostenibilidad de una actividad que provoca un incremento del tráfico rodado en las ciudades, a lo cual contribuyen tanto unos protocolos de entrega que no garantizan la presencia del receptor en su domicilio como la devolución gratuita de las compras.
También la energía y su impacto en el medio ambiente derivada de la utilización de los servidores que dan cobertura tecnológica a esas grandes plataformas han sido objeto de debate en los últimos tiempos. A ello se le une la destrucción de puestos de trabajo en el comercio tradicional y el riesgo de desertización de barrios y poblaciones, lo cual lleva al retail a alertar sobre la necesidad de defender un modelo que genera riqueza en el entorno inmediato y a reclamar el apoyo de la ciudadanía para una actividad que reivindica como más sostenible.
El impacto medioambiental del retail físico es superior al que genera el comercio online
No obstante, la polémica está servida, pues la consultora Oliver Wyman ha elaborado un informe que muestra que el impacto medioambiental del retail físico es superior al que genera el comercio online. En el caso de la moda, el impacto en términos de CO2 del comercio tradicional prácticamente triplica de media el generado por las compras de los mismos productos online, si bien en España ese índice se «reduce» al doble.
Vaya por delante que este estudio ha sido encargado por la multinacional norteamericana del ecommerce Amazon, aspecto destacado en la portada de este estudio, que en sus conclusiones advierte que el comercio electrónico ahorra entre 4 y 9 veces el tráfico que genera. El documento señala que los envíos del e-commerce a los consumidores generan el 0,5% del tráfico total en las zonas urbanas, frente al comercio físico, que genera el 11%.
Comprar productos online crea tantos puestos de trabajo como la compra offline
El informe, basado en ocho países del Viejo Continente, afirma también que el e-commerce ocupa menos del 0,3% del suelo urbanizado en Europa, mientras que el comercio físico hace un uso total del suelo superior al del e-commerce si tenemos en cuenta el espacio para la logística, la venta y el aparcamiento. Respecto al empleo, Oliver Wyman señala que comprar productos online crea tantos puestos de trabajo como la compra offline y lo hace a un coste medio comparable a un empleado a tiempo completo. El retail representa una misma cantidad de mano de obra para las modalidades online y offline si consideramos toda la cadena de suministro, incluidos los empleos indirectos, generando ventas por valor de 220.000 euros por persona y día. Sin embargo, la mano de obra tiene una composición distinta: en el e-commerce se crean más puestos en el sector de la logística y menos en la venta al público.
Por otra parte, este informe pone de manifiesto que cada vez hay menos tiendas físicas (-0,9% anual entre 2005 y 2019) pero han aumentado en tamaño, con una superficie comercial total estable (+0,3% anual entre 2005 y 2019) en los ocho países europeos estudiados (España, Alemania, Suiza, Polonia, Suecia, Italia, Países Bajos, Reino Unido y Francia.