El Corte Inglés ha decidido cambiar su política de relación con las marcas que alquilan espacios en sus centros comerciales. Así, el gigante de los grandes almacenes, que hasta ahora percibía una comisión variable en función de las ventas de cada marca, ha optado por establecer una tasa fija a los proveedores que exponen en sus superficies.
En un informe publicado por Moody’s, se destaca la percepción de este canon mínimo como una de las claves para la mejora de la rentabilidad por metro cuadrado por parte de El Corte Inglés. De este modo, el riesgo hasta ahora compartido entre el propietario de los centros y las marcas expositoras ha pasado a ser asumido por las enseñas proveedoras.
Los grandes almacenes juegan con ventaja
Víctor García Capdevila, analista de Moody’s que asume la responsabilidad del informe, añade que los grandes almacenes juegan con la ventaja de saber que, difícilmente, las firmas renunciarán a los espacios en El Corte Inglés, tanto por la condición de escaparate referente de sus centros, como por la buena localización y el considerable tráfico de consumidores que generan.
Aun así, el informe señala que el margen que obtiene El Corte Inglés dista mucho de los obtenidos por sus homólogos británicos Marks&Spencer o los estadounidenses Kohl’s o Macy’s.