Jorge Mas es experto en retail y fundador y CEO de la consultora estratégica de retail Crearmas.
Quedan menos de dos semanas para la Navidad, un momento mágico en el que la racionalidad se desvanece, dejando paso a un mundo de emociones y nostalgia.
En esta época, cada uno de nosotros tiene la oportunidad de redescubrir la alegría e inocencia de nuestra niñez.
La Navidad es más que una fecha en el calendario; es un sentimiento que nos envuelve y nos lleva de regreso a los días más alegres de nuestra infancia. En este contexto, las tiendas y comercios desempeñan un papel fundamental.
Tienen la oportunidad única de complementar y amplificar la magia de la temporada.
Impacto emocional
¿Alguna vez has reflexionado sobre cómo una experiencia de compra puede afectar emocionalmente a tus clientes?
Las compras navideñas, lejos de ser una simple transacción comercial, tienen el potencial de convertirse en una experiencia trascendental, llena de generosidad y alegría.
Sin embargo, ¿Te has preguntado qué conlleva una mala experiencia para tu cliente?
Es crucial que cada vendedor entienda su impacto
Puede convertir la alegría en decepción y teñir de gris la experiencia navideña. Por eso es crucial que cada vendedor entienda su impacto y el poder que tiene en sus manos.
Los vendedores no son simplemente empleados de una tienda; son los arquitectos de experiencias, los creadores de recuerdos, los que tienen el poder de hacer que cada compra sea un momento único y especial.
Entonces, ¿cómo podemos asegurarnos de que cada interacción con el cliente sea positiva, especialmente durante la Navidad?
¿Cómo podemos convertir nuestras tiendas en un hogar cálido y acogedor, donde cada cliente se sienta especial y valorado?
¿Quieres ser el anfitrion de tu cliente?
No lo dudes más y haz que tu equipo brille en Navidad.
Artículo publicado en Retailers Inconformistas y reproducido con permiso expreso de su autor.