Carlos Barrabés, presidente del grupo oscense de montaña y pionero del comercio deportivo online, fue la estrella del Congreso de Municipios de Montaña celebrado en el marco del leridano Salón de Deporte y Turismo de Montaña. La base del futuro de las montañas es la formación y el talento, «talento que es el catalizador de la sociedad del conocimiento» y que de hecho es mucho más decisivo que infraestructuras como las carreteras. Así se expresó Barrabés durante la charla inaugural del II Congreso de Municipios de Montaña de España, celebrado hoy viernes en Lleida en el marco del salón del Deporte y Turismo de Montaña (STM).
El especialista en el ámbito de la montaña cree que «en estos momentos la montaña no es amigable con el talento» y que el gran reto que tenemos es «ser capaces de atraer talento y formar el talento que ya tenemos en las nuevas capacidades». El experto en temas de montaña ha afirmado que la búsqueda de talento «es un reto similar al de las industrias, pero con el inconveniente de que hablamos de zonas remotas, un inconveniente que sólo se puede salvar llenándonos de contenido, teniendo una historia que contar». «Somos simples y necesitamos ser más complejos, porque sólo la complejidad es una buena receta para el mundo que viene», ha recalcado.
Momento de transición importante
Carlos Barrabés cree que hay una nueva población que iría a trabajar a la montaña siempre que dispusiera de un modelo basado en la tecnología —agricultura tecnológica, trabajo remoto a través de la «nube» (diseño, arquitectura, etc.)— y, sobre todo, en la construcción de marcas y productos que recojan la herencia de los lugares de montaña. Según Barrabés, el mundo de la montaña está en un momento de transición importante, ya que «su industria básica es el turismo, un sector que funciona pero que es insuficiente para mantener una comunidad que hoy día se caracteriza por la desigualdad y la despoblación».
Barrabés considera que promover la tecnología industrial y la tecnología de la información «son el camino para la construcción de la nueva sociedad en la montaña en el transcurso de la que será una tercera revolución industrial, que afectará al mundo urbano, pero muchísimo al mundo rural y de una forma definitiva a las zonas remotas».