Hasta hace unos años, las empresas estaban acostumbradas a poner sus productos a disposición de sus clientes, en tiempo y forma, allá donde lo necesitaban. Las cadenas de suministro no solían ocupar grandes titulares en los medios de comunicación y su diseño era considerado un asunto interno en el que tenían mucho peso el ahorro de costes. Sin embargo, acontecimientos como la COVID-19, la crisis en los Canales de Suez y Panamá y las tensiones geopolíticas en Taiwán, han puesto de manifiesto sus vulnerabilidades y la necesidad de reinventarlas.
Estas debilidades siguen presentes como consecuencia no sólo de los conflictos geopolíticos y de las disputas comerciales, sino también por los efectos de los desastres naturales y de otras disrupciones, como los avances tecnológicos o los desafíos que plantea la sostenibilidad, entre otros.
Para conocer cómo están transformando las compañías sus cadenas de abastecimiento, PwC ha elaborado el informe ‘Reinventing Supply Chains 2030‘, a partir de una encuesta con más de 1.000 directivos de empresas de todo el mundo.
El 15% de los proveedores de la industria de automoción ya han transformado sus cadenas de suministros para protegerse contra la escasez de materiales, subidas de precios o fluctuaciones del stock
Ante este panorama, el estudio revela que las compañías están cambiando sus cadenas de suministros. Ahora bien, mientras la mayoría ha optado por hacerlo de forma reactiva, un 8% -a los que PwC denomina campeones-, han tomado una actitud proactiva, logrando avances espectaculares y desarrollado procedimientos más ágiles, adaptables y resilientes, a prueba de disrupciones.
Tendencias de las cadenas de suministros
El estudio incluye ejemplos reales de compañías de distintos sectores -como los de semiconductores, electrodomésticos, químico, alimentación o de baterías-, e identifica las seis grandes tendencias que van a impulsar la metamorfosis de las cadenas de suministros en la próxima década. Las detallamos a continuación:
1. Disrupciones más graves y frecuentes.
Las amenazas severas, que incluyen guerras, sanciones comerciales, crisis energéticas, pandemias, etcétera, van a seguir produciéndose en los próximos años y lo van a hacer más a menudo. El 60% de los directivos entrevistados en el estudio se muestran muy preocupados por estas perspectivas, y si las compañías no hacen cambios relevantes en sus cadenas de suministro, seguirán sufriendo retrasos en las entregas, incrementos de costes y reducciones de ingresos. Para evitarlo, las empresas líderes están apostando por construir cadenas de suministros más colaborativas, transparentes y resilientes. Algunas están cambiando el alcance de sus cadenas de suministros (alcance global versus regional) y, otras muchas, están apostando por la tecnología y la captación de datos en tiempo real como alternativa para monitorizar y dar una respuesta rápida ante las disrupciones.
Trasladar los centros de producción a mercados más cercanos no solo puede evitar posibles problemas en el comercio mundial, sino que también puede ayudar a reducir los tiempos de entrega y a rebajar la huella de carbono. Por ejemplo, para el acceso a componentes y materiales críticos, las compañías están diversificando sus fuentes y revisando sus estrategias para minimizar riesgos. Además, están centralizando el control de las cadenas de suministro para impulsar su eficiencia.
El 15% de los proveedores de la industria de automoción, el 9% de las empresas del sector de electrónica de consumo y el 6% del de semiconductores, ya han transformado sus cadenas de suministros para protegerse contra la escasez de materiales, subidas de precios o fluctuaciones del stock, entre otras situaciones.
2. La sostenibilidad y la regulación seguirá impactando
En la próxima década, se espera que los riesgos ambientales -fenómenos meteorológicos extremos, pérdida de la biodiversidad, colapso de los ecosistemas…-, acaparen la mitad de los diez principales riesgos que enfrenta el planeta según el informe Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial. Ante esta situación, los gobiernos están optando por poner en marcha regulaciones sobre sostenibilidad mucho más estrictas.
Recientemente se han aprobado nuevas exigencias medioambientales, sociales y de gobierno, que están forzando a las empresas a producir y transportar sus bienes de manera más sostenible, además de ser más transparentes sobre sus operaciones. Estos criterios han impactado de manera inmediata en el sector industrial y de retail y consumo. Las compañías tienen cada vez mayor presión externa por parte de los consumidores para reducir sus emisiones de carbono, producir menos desechos, y respetar los derechos humanos a lo largo y ancho de toda su cadena de suministros.
El escenario actual pone de manifiesto que las compañías deben cumplir con las normativa sobre sostenibilidad o, de lo contrario, corren el riesgo de ser sancionadas o incluso de dañar su reputación. La sostenibilidad se ha convertido en un aspecto integral de la operativa de las empresas. Los criterios medioambientales se pueden impulsar mejorando la transparencia en la cadena de suministros, introduciendo el concepto de economía circular. De igual manera se debe apostar porque la cadena de suministro sea sostenible desde el diseño del producto hasta su entrega: así se mejora la distribución, se ahorra energía , se reduce el desperdicio, se impulsan las ventas y se crea una imagen de marca positiva.
3. Apuesta por los ecosistemas totalmente integrados
Las disrupciones severas, los retos de la sostenibilidad, junto con el incremento de la regulación están impulsando la creación de ecosistemas integrados dentro de las cadenas de suministro. En estos, las partes que los integran -productores de materias primas, fabricantes, distribuidores, clientes, etcétera…-, colaboran de forma transparente a la hora de compartir datos, de reaccionar con mayor velocidad a los problemas y mejorar la experiencia de los consumidores.
4. Necesidad de apoyar los nuevos modelos de negocio
Ahora que existe una demanda creciente por parte de los consumidores de productos sostenibles y neutrales desde el punto de vista climático -a precios competitivos y entregados a domicilio-, las empresas necesitan avanzar hacia modelos de cadenas de suministros más orientadas al servicio, sostenibles y circulares para ser competitivas. Los nuevos modelos de negocio requieren nuevas estrategias y procesos, así como invertir en economías de tipo circular, y en tecnologías de almacenamiento integradas con la planificación financiera.
5. Demanda de talento y escasez de mano de obra
El mundo empresarial está atravesando una falta de talento generalizado que afecta a las operaciones diarias de las empresas y genera retrasos de los procesos de producción. Esta tendencia disruptiva impacta en la productividad y en la eficiencia de una organización, al igual que en su capacidad de crecer y competir dentro de su sector.
La falta de trabajadores en las compañías se debe, en parte, a los cambios demográficos (la población mundial está envejeciendo y el relevo generacional es cada vez menor), a lo que se añade el hecho de que los trabajadores tienen nuevas expectativas laborales. De tal forma que contratar y retener a los empleados es cada vez más difícil, al tiempo que la IA y las tecnologías emergentes están creando nuevos perfiles profesionales.
El 15% de los participantes en nuestro estudio aseguran que la escasez de talento será un hecho altamente disruptivo para sus cadenas de suministros en los próximos dos años. Esta falta de talento afecta a todos los sectores, especialmente a aquellos con un mayor peso de la tecnología, como el de la electrónica o la tecnología médica, que se nutren de ingenieros, informáticos y matemáticos.
6. Velocidad de los avances tecnológicos
Los avances tecnológicos suponen una gran amenaza para las cadenas de suministro pero también abren nuevas oportunidades y posibilidades a la hora de transformarlas.
Las empresas están haciendo sus cadenas de suministro más resilientes aplicando tecnologías de última generación para mejorar los datos, automatizar procesos, y mejorar la comunicación y la toma de decisiones. Las cinco tecnologías más relevantes que están aplicando las compañías líderes son los gemenos digitales, la Inteligencia Artificial, los sistemas de decisión inteligente, la robótica avanzada y el Blockchain.