Las tallas textiles pueden verse sometidas en un futuro no muy lejano a modificaciones. Cuando menos en Estados Unidos, donde un informe ha constatado que la población norteamericana está creciendo… en perímetro.
Los datos del estudio fueron revelados en el marco de Techtextil, la feria de textiles técnicos que cada dos años se celebra en Fráncfort (Alemania), por Avalution, una joven compañía que ha recurrido a datos de medidas y morfología de más de 14.000 personas de nueve grupos de edad (entre 6 y 75 años) para llegar a unas conclusiones que se resumen, básicamente, en un estancamiento en lo que a crecimiento en altura se refiere al tiempo que a un ensanchamiento del cuerpo de los ciudadanos estadounidenses. A partir del análisis de los cuerpos realizado con scanners 3D, el estudio Size NorthAmerica ha subrayado asimismo significativas diferencias entre la población rural y la urbana así como también en función de la raza.
El informe respalda que la población norteamericana presenta una proporción de personas con sobrepeso notablemente superior a otros países; algo a tener en cuenta por los fabricantes de productos textiles destinados a ese interesante mercado. Igualmente, el estudio subraya las diferencias existentes entre las diferentes áreas del país, pues en la costa del Pacífico el índice masa corporal (IMC) es considerablemente menor que en el Medio Oeste.
Los cambios experimentados en relación al estudio estadounidense Nhanes III de 1990, acelerado a 2008, son los siguientes:
Mujeres
Crecimiento en altura: + 1.1 cm
Perímetro pectoral: + 4.8 cm
Perímetro de la cintura: + 2,5 cm
Perímetro de la cadera: + 9,2 cm.
Hombres
Crecimiento en altura: + 1.0 cm
Perímetro pectoral: + 4,4 cm.
Perímetro de la cintura: + 5.0 cm
Perímetro de la cadera: + 6.6 cm.
Por otra parte, el estudio permite constatar que los niños ya muestran un claro aumento en el IMC en general. Por ejemplo, del grupo de edad de 14 a 17 años, el IMC es superior a 22. Cabe recordar que la Organización Mundial de la Salud sitúa el sobrepeso a partir de 25 y la obesidad a partir de 30.
Comparación con Alemania
Una nota importante para los fabricantes de ropa con destino al mercado estadounidense: las tallas europeas no son adecuadas para el público norteamericano. Las colecciones desarrolladas para el mercado del Viejo Continente deben adaptarse a las dimensiones corporales de la población estadounidense. Las alturas corporales promedio de las tablas de tallas alemanas para hombres y mujeres, por ejemplo, son demasiado grandes para los ciudadanos norteamericanos. Además, la circunferencia de la cintura es básicamente demasiado pequeña.
En Techtextil, los responsables del estudio informaron que, mientras en Alemania el 54% de las mujeres presentan un IMC adecuado (entre 18,5 y 24,9), en Estados Unidos ese índice se reduce al 31%. En el caso de los hombres, un 35,2% de alemanes se halla en ese estándar deseable, por solo un 22,4% de los norteamericanos. Los índices de obesidad en Estados Unidos resultan alarmantes en comparación con el país germano, pues si “apenas” se contabilizan un 15% de alemanas que sufren esa patología, el 40% de las norteamericanas se consideran obesas (con un IMC de 30 o más). La diferencia entre la población masculina germana y estadounidense es ligeramente menor, pero aun así también alarmante: 38,6% para los americanos frente al 18,7% de los alemanes.
Las alemanas, más satisfechas que las americanas a la hora de encontrar tallas acordes con sus medidas
Esa circunstancia ocasiona que el 66,4% de las mujeres norteamericanas adquieran prendas que no se ajustan a su morfología, dejando patente que esas consumidoras tienen problemas para satisfacer sus expectativas. En Alemania serían prácticamente la mitad, el 35,5%, quienes sufrirían esa circunstancia.
Otro dato significativo presentado en Techtextil hace referencia al índice de práctica deportiva. A través de una encuesta, se constató que el 62% de los adultos no realiza actividades deportivas. El dato contrasta con las respuestas obtenidas entre la población de 6 a 17 años, donde se refleja que el 56,5% sí hace deporte frente al 43,5% que manifiesta que no.