Entrevista a Petar Cikusa, jugador del Barça de balonmano y embajador de Puma
Un deportista en crecimiento. Un jugador de balonmano con una gran carrera por delante pese a que, en su palmarés, ya cuenta con un Campeonato de Europa sub 18 y un Mundial sub 19 con la selección española; o una Liga Asobal o una Champions con el Futbol Club Barcelona. Un central de solo dieciocho años pero que ya roza el metro noventa… y subiendo. Un atleta que da la talla pero con un pie inusual, el 47. Algo que no se cansa de subrayar cuando hablar con el staff de Puma, firma a la que presta su imagen desde hace un par de años y de la que se siente muy orgulloso.
Petar Cikusa, como sus compañeros del Barça, Gonzalo Pérez de Vargas y Aleix Gómez, o varios atletas también comprometidos con Puma, participó el pasado 23 de octubre en el evento que reunió al staff de la firma del felino en el mercado ibérico con algunos de sus embajadores. En esa cita, Petar compartió sus inquietudes con el equipo humano de Puma antes de atender a Diffusion Sport.
¿Ha resultado satisfactorio este encuentro con los miembros del Puma Team?
Ha sido un evento fantástico. Es mi segundo año con Puma y la primera vez que tengo ocasión de participar en una experiencia como ésta, que ha resultado muy interesante. Me he sentido, además, muy cómodo, gracias a compartir espacio con mis compañeros en el Barça Aleix Gómez y Gonzalo Pérez de Vargas, lo cual me ha liberado de la presión y de los nervios. Asimismo, he tenido ocasión de conocer a deportistas de otras disciplinas, lo cual siempre es enriquecedor. Sobre todo porque no tengo tiempo de disfrutar del deporte como espectador, al estar sometido a una disciplina de entrenamientos que me consume mucho tiempo.
«Es jugando donde realmente me siento cómodo»
Dice que se ha sentido liberado de la presión y de los nervios, pero usted en la pista de juego no parece que se sienta intimidado.
Para mí es muy distinto desenvolverme en la pista cuando disputo un partido que atender a los medios o participar en un evento, pues, aunque son aspectos vinculados a mi condición de deportista, es jugando donde realmente me siento cómodo. Es verdad que no me intimida nada cuando salto a la pista. Mis padres son los primeros en afirmar que demuestro una gran valentía a la hora de competir. No soy tanto de hablar como de reír o de escuchar.
Escuchar es, sin duda, importante, de cara a aprender. ¿A quién presta escucha, especialmente? ¿A su padre, que también fue jugador profesional?
A mi padre no tuve ocasión de verlo jugar, pero, tanto mi hermano Djordje como yo, seguimos sus sabios consejos, pues él sabe lo que es formar parte del deporte de elite y los sacrificios que reclama. Él vivió en propia piel ese esfuerzo, abandonando su país de origen para poder desarrollar su carrera deportiva. Sabe lo duro que es mantener el nivel competitivo. Al igual que a él, tanto Djordje como yo escuchamos también a nuestro entrenador, que nos ayuda a crecer en el balonmano.
«Estoy muy satisfecho por la confianza que Puma ha depositado en mí»
¿Cómo entró en contacto con Puma?
Precisamente a través de Aleix y, sobre todo, de Gonzalo, quien precisamente me preguntó si tenía alguna marca proveedora de equipamiento. Tanto mi hermano como yo desconocíamos este mundo. Él nos puso en contacto con Marc Marca, Teamhead Sports Marketing de Puma en el sur de Europa, con quien resultó muy fácil ponernos de acuerdo. Estoy muy satisfecho por la confianza que Puma ha depositado en mí y, también, por el material suministrado.
¿Qué es lo que valora especialmente del producto de Puma?
El calzado es un aspecto fundamental para cualquier deportista, y cada cual tiene unas necesidades específicas. En mi caso, soy rápido y bajito.
«Antes, a la hora de elegir el producto para equiparme, me guiaba por el aspecto estético, mientras que ahora presto mayor atención al rendimiento técnico»
Bueno, bajito…
Es un decir, en comparación con la mayoría de jugadores de balonmano que se desenvuelven en la élite. Mis condiciones de juego, en donde interviene mucho el movimiento rotatorio, pivotando sobre el pie, es muy importante el apoyo del tobillo, lo cual el calzado de Puma resuelve bien. Debo admitir que, antes, a la hora de elegir el producto para equiparme, me guiaba por el aspecto estético, mientras que ahora presto mayor atención al rendimiento técnico. Supongo que es algo lógico y habitual, pues compruebo que la juventud suele decantarse por aquellos productos que, por diseño o colorido, les resultan más atractivos, o porque los utilizan sus ídolos… En cualquier caso, Puma me transmite confianza y, calzando la zapatilla Accelerate Nitro de Puma, he ganado el Europeo, el Mundial, la Liga, la Champions en París…
¿Les transmite consejos de mejora a los miembros de la marca?
A Puma solo le puedo exigir que apueste por el 47, que es mi talla de calzado, pues a menudo encuentro con limitaciones a la hora de elegir. Pero puedo decir que las zapatillas suministradas, tanto las de juego como las de uso cotidiano, son muy cómodas. Despiertan atención y sensación en mi entorno de amigos, que me preguntan por la marca. A ello contribuye el hecho de que, a menudo, también utilizo prendas a juego.
¿Está satisfecho de la relación mantenida con el staff de Puma?
Muy satisfecho. Con Marc Marca, mi principal interlocutor, la comunicación es muy fluida y siempre atiende mis requerimientos. Salvo con la talla (ríe), aunque eso queda fuera de su alcance.
«Si quería llegar a ser como él, tenía que esforzarme y confiar en mí mismo»
¿Dónde reside la clave para triunfar deportivamente?
En el trabajo permanente. Llevo siete años en el Barça, dos de ellos en el primer equipo. He luchado mucho para llegar a lo más alto. Pensaba que podría llegar a disputar algún partido de primer nivel y ahora me encuentro integrado en el equipo senior, encadenando encuentros alternos en Champions y en Liga. Hallé en mi hermano, un año mayor, el mejor espejo. Me dije que, si quería llegar a ser como él, tenía que esforzarme y confiar en mí mismo, sin prestar atención a lo que pudieran decirme.
¿Insinúa que intentaban disuadirle que luchara por alcanzar su objetivo?
En cierto modo, expresaban su escepticismo acerca de mi capacidad para alcanzarlo. La gente pensaba que no llegaría a triunfar en el balonmano. Mi hermano y yo jugábamos en Bordils, donde el nivel dista mucho del que existe en todo un Barcelona, club de referencia a nivel internacional. En Bordils costaba mucho crecer deportivamente. Pero llegó la oportunidad de incorporarnos a las categorías inferiores y, en el segundo año de cadete, eclosioné como jugador. Tanto Djordje como yo supimos aprovechar la oportunidad que nos dieron. Creo que en ello ha tenido que ver nuestro espíritu de liderazgo, pues en todos los equipos en los que hemos estado ha emergido ese carácter y hemos ejercido ese rol.
«En cierto modo, ya he alcanzado mi sueño»
¿Cuál era su sueño cuando era niño?
Mi sueño era llegar a jugar en el primer equipo del Barcelona, por lo que puedo decir que, en cierto modo, ya he alcanzado mi sueño. Para muchos niños, el objetivo reside en llegar a ser futbolista profesional. Quienes nos decantábamos por el balonmano albergábamos como sueño llegar a este club, que es de los punteros. Me identifico con este club, por lo que estoy muy satisfecho de haber alcanzado este sueño. Pero soy consciente de que no basta con llegar, sino que lo realmente difícil consiste en mantenerse. Voy a concentrar todos mis esfuerzos en seguir progresando y mejorando para poder mantenerme en el primer equipo.
¿Dónde se ve en un futuro a largo plazo?
Espero poder amasar un buen palmarés y destacar como jugador; y ganarme el respeto como persona y como deportista.
¿Quiénes son sus referentes como tales?
Domen Makuc, con quien existe mucha sintonía y que siempre me ha ayudado en mi carrera deportiva. Su origen esloveno ha propiciado que entre nosotros exista una gran cercanía.
«Le tengo un gran aprecio al entrenador del segundo equipo del año pasado»
¿Y el entrenador que ha resultado clave en su trayectoria?
Estoy muy agradecido a todos los entrenadores que he tenido, sobre todo de las categorías inferiores, porque han depositado su confianza en mí y me han animado a lo largo de mi carrera, animándome a superarme porque podía llegar lejos. En especial le tengo un gran aprecio al entrenador del segundo equipo del año pasado, que me ayudó desde el primer momento para poder acabar dando el salto al primer equipo.