Una serie de tres artículos e informes publicados en la revista The Lancet muestra que el 80% de los jóvenes no siguen los consejos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la práctica de actividad física. El número de jóvenes que realizan deporte se ha estancado desde 2012. El sedentarismo se ha convertido en una gran amenaza a nivel mundial.
Beneficios y riesgos
Los problemas derivados de la falta de ejercicio físico y el sedentarismo son responsables de más de cinco millones de muertos en todo el Mundo cada año. Realizar ejercicio, además de aportar enormes beneficios, nos ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Los dos primeros artículos publicados en la revista The Lancet se centran en los jóvenes de hasta 24 años y las personas con alguna discapacidad. El tercer informe analiza las políticas llevadas entorno al deporte durante la celebración de los Juegos Olímpicos y el efecto que tuvieron en la rutina de los ciudadanos del país donde se celebraron.
Un 25% de los escolares pasa más de tres horas al día sentado después de sus obligaciones escolares
Según los datos, un 25% de los escolares pasa más de tres horas al día sentado después de asistir a clase y completar los deberes. Para Esther van Sluijs, autora de la primera investigación, «los datos sugieren que el uso de pantallas está reemplazando otras actividades sedentarias, como leer libros o revistas o escuchar la radio, pero no necesariamente sustituye a la actividad física».
En el caso de las personas discapacitadas, la investigación demuestra que tienen entre un 16 y un 62% más de posibilidades de no alcanzar las recomendaciones de actividad física diarias. Una de las autoras de la investigación y miembro de la Universidad de Columbia Británica, Kathleen Martin Ginis, reconoce que «necesitamos más investigación centrada en la gente con discapacidad, al igual que políticas concretas y cohesivas para asegurar que los derechos de estas personas se mantienen y se les permite participar en actividades físicas».
El «peso» de los Juegos Olímpicos
El trabajo lamenta que la celebración de grandes eventos deportivos, como con los Juegos Olímpicos, no se está utilizando por las administraciones para impulsar la práctica deportiva. A excepción de los Juegos Olímpcios de 2008 en Pekín (China) y los de invierno de 1998 en Nagano (Japón), en ningún país organizador aumentó la participación ciudadana en actividades deportivas.
Adrián Bauman, investigador de la Universidad de Sidney y uno de los autores de este trabajo, asegura que «los grandes eventos hacen que la gente se interese en el ejercicio, pero algunos pueden pensar que ese deporte está por encima de sus capacidades o de sus habilidades, por lo que tenemos que ofrecer programas para la gente de todas las edades y niveles de actividad».
Oportunidad perdida
La pandemia del coronavirus también ha afectado a la práctica deportiva. Pese a que se convirtió en una actividad esencial en algunos países durante el confinamiento, los gobiernos no aprovecharon ese interés creciente.
Jesús del Pozo, profesor de Actividad Física de la Universidad de Sevilla, explica este estancamiento debido a la digitalización de los últimos años. «Básicamente hemos vivido una revolución tecnológica en la que hemos incrementado el uso de pantallas y ello implica que estamos incrementando el nivel de sedentarismo. Este problema viene de lejos, aunque con la Covid-19 se ha acentuado. El ser humano no está diseñado para estar sentado y nosotros hemos desarrollado nuestras vidas basándonos en el sedentarismo», concluye.