Quiksilver resolvió su segundo trimestre fiscal, finalizado el 30 de abril, con unas pérdidas de 37,6 millones de dólares. Las ventas del periodo se situaron en los 333 millones, un 16,1% menos que en el mismo trimestre de 2014.
En el área de Europa, Oriente Medio y África, Quiksilver vio retroceder sus ventas netas por encima del 23%, pasando de los 151 millones de dólares en el segundo trimestre fiscal del pasado año a los 116 millones registrados en este último cuarto. Ni tan siquiera en los mercados emergentes la firma surfera consiguió frenar los retrocesos.
El retroceso en las ventas del grupo fue extensiva a sus 3 marcas: Quiksilver, Roxy y Dc, si bien las de la enseña femenina descendieron de manera más leve (un 12%). En calzado, la caída también fue más moderada que en textil, pasando de los 114 millones de dólares a los 101 millones.