Atmósfera Sport consolida su modelo con 22 incorporaciones

Atmósfera Sport ha rubricado un 2016 marcado por un profundo relevo en su seno y una continuidad en su política de incorporaciones. Junto a la mejora y cada vez mayor proliferación de su programa informático, la central sigue implantando recursos para apuntalar su modelo y continuar dotando de competitividad a sus detallistas asociados.

En este último ejercicio, ocho plazas han acometido con acierto el relevo generacional, aportando sabia nueva tanto a sus respectivos negocios como a la agrupación de comerciantes.

Casi 250 gerentes

Además de esa decena de renovaciones registradas a lo largo del año, Atmósfera Sport ha experimentado catorce incorporaciones: Marbella (Málaga), Cabra y Villa del Río (Córdoba), La Felguera (Asturias), Salamanca, Allariz (Orense), Trujillo y Plasencia (Cáceres), Macarena (Granada), Benetússer (Valencia), Almoradí (Alicante), Lebrija (Sevilla) y en las capitales de Valencia y Granada. Con estas altas, la central roza los 250 gerentes; una cifra que se hubiera alcanzado de no haber existido bajas por jubilación u otras aconsejadas por el departamento de créditos, que mantiene un estricto rigor para garantizar la situación saneada del grupo.

«En nuestra convención se prevé una alta participación de candidatos a ingresar en Atmósfera Sport, lo cual corrobora nuestro propósito de alcanzar los 300 gerentes en el horizonte de 2020», señalan fuentes de la central, que puntualizan asimismo que «nuestra filosofía se basa en una amplio número de asociados que consoliden su potencial sin la necesidad de buscar crecimientos a base de ser propietarios de muchos puntos de venta. Desde sus orígenes, nuestro grupo ha buscado aglutinar al pequeño comercio. A lo largo de nuestra historia hemos comprobado que los proyectos a largo plazo son incompatibles con las huidas hacia delante. Buscamos consolidar puntos de venta y rehuimos modelos  basados en el crecimiento rápido y en los riesgos. A todos nos gusta vender, pero más nos gusta cobrar. Es una filosofía de detallista tradicional a la cual no se puede renunciar. A quienes dicen que quien no arriesga no gana, les decimos que quien rentabiliza su punto de venta tal vez ganará menos, pero seguro que vivirá mejor»

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